Antes de la llegada de los exterminadores europeos, el
territorio “Gayón” comprendía desde las estribaciones de la serranía Matatere, ubicada al norte de lo que hoy día
se conoce como Estado Lara, en la ancha y larga región llamada
antiguamente por nuestros Ancestros:
“Aribicoa”, el cual incluye a Bobare,
Carorita, Duaca y Aroa, para unirse con
la zona del Turbio ó Barquisimeto, también con los valles de Quibor, las
riberas del río Tocuyo y por su puesto a
través de su curso hasta llegar a las
montañas que antiguamente se llamaron Dinta y Dinira, es decir, hasta
Sanare, Los Humocaros, Barbacoas, Guaríco, Guaitó, Chabasquén y buena
parte de la zona alta del hoy llamado
Estado Portuguesa.
El pueblo “Gayón”, cuyo
término significa “Hermano”, era
una étnea agrícola y sedentaria, pero al
igual que todas las comunidades Aborígenes de nuestro continente “Ábya Yala” ,
fue sometida a la exterminación más horrenda propinada por los europeos, contando
con la gran desventaja de que los piratas españoles después de haber
fundado (tomando en cuenta que
estos inhumanos les llamaban a las invasiones fundaciones)
Santa
Cruz en 1.502 (ubicada en la
Península de la
Goajira) por el
Sanguinario español de Alonso de Ojeda, luego Coro en 1.527, por el Despiadado alemán Ambrosio Alfinger,
Maracaibo en 1.529 también por este mismo sujeto (Alfinger), decidieron
establecer su acción genocida desde las riberas del río Tocuyo en 1.545, cuando
el Terrorista Juan Pérez
de Tolosa, emprendió su matanza Aborigen desde el propio territorio
“Gayón” atentando contra la humanidad y
la culturalidad de nuestras Abuelas y Abuelos.
A partir de ese momento la
soberanía de nuestra sagrada y
extensa nación “Gayón”, se vio coartada debido a las agresiones de las potencias europea , que con mayor
experiencias de guerras y por ende, con armas mayormente sofisticadas que las
nuestras quisieron arrodillarnos a las órdenes de las coronas infernales de
los reyes de España, pero que no se les hizo fácil porque los nuestros comenzaron a resistir con gallardía, de allí
que los miembros de este milenario pueblo pasaron de: dueños y gobernantes de
sus propios territorios y destinos
Esclavos y perseguidos nómadas, reolectores de frutas
y cazadores, resguardándose en los lugares de difícil acceso (las
montañas) para preservar la integridad
física y sus modos de vidas ancestrales,
tomando en cuenta que hoy sus hijos y nietos estamos esparcidos por todos estos
lugares, solo que ahora nos llaman “Campesinos”, que por cierto en la actualidad reclamamos
las tierras que nos arrebataron los asesinos y que aún se encuentran en manos de sus descendientes
hoy llamados “Terratenientes”.
Para
pescar el boca chico, la palambra, las
lizas, sardinas, puyón y saltador,
utilizaban anzuelos hechos con huesos, arpones y tarrayas. Esta Cultura también
desarrollo el sistema de pesca por emborrachamiento, que consistía en utilizar
el extracto de la raíz de una planta llamada “Barbaco” que atontaba a los peces
y de esta manera solían sacarlos con mayor facilidad.
La familia “Gayón” se vestía con una pequeña falda tejida de
fibra vegetal que solo cubría los órganos reproductivos, para evitar exponerlos al clima o para protegerlos de
cualquier accidente ocurrido dentro de las jornadas laborales, jamás lo cubrían
por vergüenza o pudor ya que la sexualidad
era concebida como una condición natural de cada ser
humano muy lejos de los impulsos
morbosos que genéticamente por desgracia nos transmitieron los europeos con
las violaciones hechas a nuestras Abuelas Ancestras. El resto de sus cuerpos
esbeltos y fornidos estaban decorados con hermosos motivos pintados con una
tinta llamada Bariquí.
En esta Cultura existía la
figura del Moján, quien era el hombre más antiguo de la comunidad y cumplía con las funciones de un abuelo
sabio y curandero ya que había heredado el legado étno-medicinal y las
propiedades curativas de ciertos animales como la Onza, también se desempeñaba
como guía espiritual y por ende dirigía los rituales sagrados.
Entre otras de sus
atribuciones estaba la de orientar las decisiones relevantes de la comunidad en
lo político y en lo social. El Moján también
era un gran maestro porque dedicaba buena parte de su tiempo a la enseñanza o
transmisión de saberes para todos los niños y niñas de su comunidad
Los Gayones, fabricaban
cerámicas, cultivaron el máiz como alimento básico y prioritario, también cultivaron
las caraotas, las lentejas, el quinchoncho, el cactus llamado cadushi, del cual
preparaban una harina para hacer sopa como alimento de alta estima y la penca
de cocuy horneada como rica fuente de proteínas, el guaje, la auyama, la yuca,
la nuez, la palma, el cambur, la flor del Bucare, la cual servía como una
deliciosa y nutritiva carne vegetal, e/o.
Dormían en chinchorros dentro
de grandes casas comunales sin paredes y
diseñadas para varias familias con techos de pajas y hojas de pencas de
cocuizas. eran consumidores de miel y recolectaban alimentos para todo el
invierno.
Sus armas para la caza y la
defensa territorial estaba comprendida por Arcos de 1,50 metros de largo,
flechas de un metro de longitud hechas
de verada ó caña con una pieza puntiaguda fijada en un extremo y en el otro
plumas de aves amarradas con hilos encerados para la estabilidad y la precisión
del lanzamiento, también utilizaban las cerbatanas con dardos hechos de hebras
de palmas tostadas con puntas afiladas.
Otra forma de conocer al
pueblo Gayón la podemos encontrar a través de su idioma, ya que aunque gran
parte del mismo desapareció de la memoria colectiva debido al hostigamiento
europeo y a la evangelización forzada, podemos contar con un corto listado de
palabras que dan fe de una Cultura con idioma milenario:
Interesante sería una lista de esas palabras gayonas.
ResponderEliminarsaludos don rafael
ResponderEliminar¿que sabe sobre la resistencia que aun tienen los gayón en la población del páramo las rosas al norte de barquisimeto?
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