Fue fundado por Isabel de
Torrealba, El 13 de noviembre de 1927 el Centro Social de Damas, cuyo
objetivo fundamental era el de impulsar
la cultura y llevar a cabo actos filantrópicos en la sociedad tocuyana. y
funcionó hasta los años cincuenta,
convirtiéndose en uno de los más importantes centros de beneficencia y de acción social de la
localidad, conformados por las damas de las
familias mas acaudalas de la sociedad tocuyana.
Primera presidenta: Adelaida Orellana, vice-presidente Romelia Lozada, otras
miembros: Carmen Oberto, Magdalena
Garmendia, Romelia Felice, María Rodríguez, Flor de Mesa Tamayo, Isabel Teresa Sequera. En 1936, el Centro Social
de Damas era presidido por Emilia de
León, primera vicepresidente Blanca de Rodríguez, segunda vicepresidente
Mercedes Tamayo, secretaria de actas Lola Morles de Sequera, secretaria de correspondencias Alcira Guédez,
tesorera Chavel Carrillo, bibliotecaria
Rita Guédez.
Así por ejemplo, en septiembre de
1932, se efectuó una importante velada en el Teatro Municipal de El Tocuyo a cargo del
presbítero Bachiller Juan de Dios Losada
y un concierto a cargo de Carlos Bujanda, José Ángel Rodríguez López bajo la dirección de Lino Zarate Bracamonte. De
esa famosa velada artística literaria
fueron recabados 885 bolívares, que según publicación de la tesorería en el Período el Arado, se destinarían 500
bolívares a la junta encargada de la reparación
de la Iglesia Inmaculada Concepción y los restantes 385 bolívares para el desarrollo de dicha sociedad de
damas.
Entre las múltiples actividades
llevadas a cabo por esta asociación estaba la organización de peñas literarias, conciertos,
festivales, ferias culturales, donde se resaltaban
–fundamentalmente- las destrezas de la mujer morandina. No cabe la menor duda de que el centro Social
de Damas se convirtió por algunos años
en uno de los medios más importantes de la cultura de la mujer de la élite
y el único capaz de organizar
actividades para tales fines. De esa manera, el 25 de septiembre de 1932, Agustín Gil Gil en el
periódico “El Arado, escribió un articulo
titulado “SEMBRANDO IDEAS”, donde le propone al Centro Social organizan
una feria de industrias femeninas
regionales
“...en el cual puedan concurrir
todas las mujeres del distrito que elaboren
algún producto de posible aprovechamiento comercial tales como amasijos, pastelería, confitería, frutas
en conserva, flores naturales, de papel,
tela y cera, tejidos, bordados, camisas, corbatas, etc. Conviene que todo se ofrezca en venta a
precios regulares para poder conseguir
fines prácticos...” (El Arado N.64.Año 1932)
Agustín Gil Gil, pensaba que la
región tenía suficientes productos que podían ser aprovechadas para la comercialización en otras
latitudes nacionales, y que dicho productos
podían explotarse mediante compañías anónimas o con otros nombres. Pensaba además que, este tipo de mercancías
podían llevarse a la capital o al Táchira
por el sur con bastantes posibilidades de éxito. Todas estas ideas fueron acogidas por el Centro Social de Damas y en
dicho proyecto fueron comprometidos a
diversos sectores de la sociedad morandina, pero muy especialmente a la población femenina. Seguidamente, el 27 de octubre de ese mismo
año, el Centro Social anunció las bases
iniciales para un concurso con el propósito de “...estimular la labor
industrial e intelectual de la mujer
tocuyana”. Entre los requisitos estaba el que la obra – industrial o artística-
pudiera contribuir con la subsistencia personal o familiar, al mismo tiempo que enriqueciera el patrimonio
artístico y literario venezolano. De esta
forma quedaban contempladas no sólo manufacturas sino también piezas musicales y creaciones artístico-literarias.
Entre otras actividades, el
Centro Social de Damas de El Tocuyo, realizaba una fiesta anual para los niños pobres-
generalmente en diciembre- agasajando a no
menos de 300 de ellos. En la realizada el 25 de diciembre de 1932, las
palabras de clausura estuvieron a cargo
del poeta Roberto Montesinos y de cuyo discurso
mostramos el siguiente fragmento:
...pobres madres y pobres hijos
de un desequilibrio social, incomprensibles
en las democracias suramericanas y solamente
marcado en el brutal egoísmo de torpes sobrevivencia enfrentadas con cráneos
sin ideales y corazones sin nobles sentimientos...el hijo; misteriosa interrogación que contada por
Guillermo Valencia, en un nido de amor
será paloma y en un hueco de dolor serás serpiente...y para vosotros, oh niño!, el cuento de hadas,
la canción de cuna y el beso de vuestra
madre en la frente como lucero en el agua dormida.(El Arado 5 de enero de 1933).
No cabe
la menor duda que el Centro Social de Damas desplazó en importancia por un tiempo al Club Concordia, debido a las múltiples
actividades a fin de rescatar fondos
para actividades de beneficencia y para funcionamiento propio. Si bien dicho centro estaba conformado en su
mayoría por mujeres , y por tanto, ser visto
como una organización elitista, pero no por ello podemos negar que las iniciativas surgidas en el seno de la misma
tendieran a beneficiar a otros sectores de
la población y que en la actualidad sean sólo una historia.
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