El Ultimo Farolero en El Tocuyo fue el Sr. Luis Lozada
Según escritos de del gran músico tocuyano e intelectual Don Hildebrando
Rodriguez “… la fecha en que se instaló en ésta ciudad el alumbrado eléctrico,
le diré que dicho encargo lo cumplí seguidamente después del recibo de su
atenta carta, obteniendo la repuesta de que la luz eléctrica fue inaugurada el
5 de Julio de 1.925.
También yo lo confirmo, pues yo estaba en la
Planta, sirviendo como segundo maquinista, al lado del Sr. Luís Reina Nodal (El
Cubano), quien era el primer maquinista. Además de este interesante dato, me
tomo el permiso de enviarle otros, referentes a los sistemas de alumbrado que
hubo en esta ciudad en épocas anteriores, hasta la fecha en que se instaló el
alumbrado eléctrico.
Estos datos los he tomado del archivo del
Concejo Municipal y deseo le sean útiles. Son carteles de licitación,
proposiciones de contrato, aceptación de éstos, condiciones y cantidad de
faroles para alumbrar, a más de algunas cosas que puede ser que no le
interesen, pero me atrevo a contárselas por lo casi humorístico de ellas. La
persona que contrataba el alumbrado tenía dos empleados que los distinguían con
el nombre de faroleros.
El
trabajo que desempeñaban era el siguiente: en las horas de la mañana se
ocupaban en llenar de combustible los depósitos de las lámparas y arreglar las
mechas; trabajo éste que duraba hasta las 11 o las doce del día. Por la tarde,
a las 6 Pm se ocupaban en encender, portando cada farolero una escalera de las
llamadas de tijera. Este sistema de alumbrado creo se acostumbraba desde años
muy anteriores; pues cuando yo tenía ocho años, en 1.900;
Foroleros tocuyanos
Recuerdo que ya existía este sistema y
recuerdo hasta los nombres de los faroleros: Andrés Puerta, Laureano Soto,
otros que hacían suplencias cuando fallaba alguno y Félix Yépez. Este último
gozaba de una regular posición económica; era dueño de una casa bautizada con
el nombre de “La Copa de Oro”, sita
en el cruce de las calles “Libertad” y “Limardo”, cerca del río por el “paso”
de “La Coqueta”; le gustaban mucho las fiestas y poseía un caballo alazán muy
brioso. Dicho señor, cuando tenía una fiesta, (que casi siempre era en sábado o
en domingo) se envitolaba bien con un flux de casimir y se colocaba una enorme
corbata colorada; ensillaba el alazán y montaba en él, “chaciando” el animal en
cada esquina donde había un farol, lo encendía desde la bestia, haciendo ésta
las veces de la escalera. Causaba risa cuando el pasitrotar del caballo hacía
que el viento le tirara la corbata por sobre uno de los hombros. El
último farolero de ésta ciudad fue Luis
Lozada, a quien apodaban “Farolón” y estuvo desempeñando el puesto, hasta
que se estableció definitivamente el alumbrado eléctrico, pasando a desempeñar
el cargo de Celador de la Plaza “Bolívar”.
telefono 0416 250 60 55
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