lunes, 8 de febrero de 2021

HEDILIO LOSADA ... es autor de la letra de “Raudo Vuelo”, el himno sentimental de los caroreños, cuya música fue compuesta por Pedro Franco


        Hedilio Losada nació el 24 de  diciembre de 1894. Su hermano Alcides Losada  e igualmente poeta, murió  cinco años después que  él, en el Castillo de Puerto Cabello, como preso político de Juan Vicente Gómez.  El padre de ambos, Bartolomé Losada, era un fiel amante de las letra, a pesar de que eran hijos naturales, le dio su apellido, su madre era natural de Sanare.

            Tres libros dejó impresos Hedilio Losada: “Alma y Corazón”,  poesía publicada en compañía de su hermano Alcides (1914); “Piedras Rotas”, poesía (1926)  y “Gotas  de Tinta”, costumbrismo (1918).

            El doctor Pascual Venegas Filardo, en su “Breve Itinerario a través de la poesía de Hedilio Losada” , en “Estudios sobre poetas venezolanos”, Cuadernos Literarios de la Asociación de Escritores Venezolanos (Caracas, 1941), escribe:

  “Una vena lírica de profunda raíz romántica se hace evidente a través de muchos de los poemas de Hedilio Losada.  Casi habría que decir que es su nota predominante aún cuando no su único acento.  Un dejo de amargura, de hondo resentimiento. muchas veces con un eco de resignación, se eleva de la música transparente de una poesía que partiendo de un espíritu relativamente corto en años, que se fue de la vida a la edad temprana, no dejó por ello de traducir un desconsuelo y un desencanto, que el poeta, con  insistencia, no puede ocultar”.1.-Estudios sobre Poetas Venezolanos. Pascual Venegas Filardo..Caracas 1941.

            En el libro (La Poesía Larense), antología con selección de Guillermo Morón y Hermann Garmendia, tanto en su primera edición (Editorial Ávila Gráfica, junio de 1951), como en la segunda, en la que se agregan los poetas más nuevos, escogidos por  Pascual Venegas Filardo (Biblioteca de Autores Larenses, Ediciones de la Presidencia de la República, febrero de 1982), se incluye en los poemas “Nocturno”, “La Canción del Olvido”, “A un Hermano”, “Clisé Futurista” y “La Mala Nueva”, de Hedilio Losada.  En el prólogo titulado “Mapa de una Poesía”, dice Hermann Garmendia: “Se trata de un poeta que hace girar su expresión entre el nativismo, la filosofía y el amor que se sublimiza en nostalgias, en oscuros presentimientos en esperanzas fallidas.  Todavía en su obra se encuentran reminiscencias de Rubén Darío.  Pero su expresión lírica es acabada, filtrada estéticamente”.

            Desde los días de nuestra infancia caroreña, comenzamos a oír hablar con apasionamiento sobre las poesías de los hermanos Losada de El  Tocuyo.  Ellos vivieron en Carora durante una época y es memorable su aporte cultural a la ciudad de El Morere.  Hedilio es autor de la letra de  “Raudo Vuelo”, el himno sentimental de los caroreños, cuya música fue compuesta por Pedro Franco y que comienza así:

1.-Estudios sobre Poetas Venezolanos. Pascual Venegas Filardo..Caracas 1941.

Así como un raudo vuelo

Se ve cruzar, se ve cruzar,

la garza bajo el cielo

Sobre la mar, sobre la mar,

Así tu amor, mi dulce bien

por sobre mi dolor, por sobre mi dolor

cruzó también.

            En cuanto Alcides Losada, don Chío Zubillaga Perera, en su trabajo “José Herrera y Yo”, le rinde un reconocimiento a su labor de periodista y a su contribución a la cultura caroreña, cuando al referirse al periódico “Labor”, fundado por Herrera Oropeza en 1912, señala: Hasta que llegó Alcides Losada de El Tocuyo, quien rebosaba las páginas del semanario con su pluma diestra en manojos diversos, yo escribía lo del fondo en “Labor”.

            Estamos seguros que todo su aniversario de vida y muerte del poeta Hedilio Losada no pasan desapercibido en El Tocuyo.  A menos los intelectuales, artistas y animadores culturales de su pueblo, buscarán la mejor manera de conmemorar las fechas. 

             Uno de los aporte mas importante que le dio a su Ciudad natal, fue la de la creación del periódico “EL Tocuyo”, que ha sido uno de los de mayor circulación y duración en esta Población. 

  Un 17 de Octubre de 1926, muere el Poeta Hedilio Losada, uno de los más auténticos  valores de El Tocuyo,  se destacó como poeta de elevado numen de gusto Modernista, periodista  y humorista de profundas inquietudes civilizadoras y múltiples actividades relacionadas con la literatura.

                                                                                    

EL VALOR DE LA ESPERANZA

 Por el camino abrupto al caer de aquella tarde caminaba un hombre triste que llevaba sobre sus hombros un ataúd negro, encorvado bajo el peso de la carga, su cuerpo parecía la interrogación del semolero.

- ¿Qué llevas en esa caja- le dije- y a dónde vas hombre triste?

- Llevo al primer amor de mi vida y voy al cementerio…. Detrás de aquellos pinos he de enterrarlo; era una ilusión ya vieja, ayer un desengaño lo mato.

- ¡Ah! cuánto pesa el cadáver de la primera ilusión…. Y se alejó por el camino polvoriento del fondo del horizonte surgió una nueva silueta.

 Era un hombre joven que marchaba apresuradamente y llevaba en las manos un bulto pequeño y blanco p, parecía el ataúd de un niño.

-¿A dónde vas –le dije- y que llevas en la manos?

-Voy –me dijo- a sepultar este ideal, es hijo de mi vida, ayer nació y hoy lo maté, así acostumbro a hacerlo; ¿para que han de vivir los ideales? ¡Ah, señor son malos los hijos! Grandes ya se van y nos abandonan; a este le corte las alas y se murió de frio; ¡cuán poco pesa el cadáver de un pequeño ideal muerto! Y continuó su marcha presurosa.

 En la dirección opuesta venia un hombre pálido y la mirada fría y azul, a sus pupilas se asomaba la muerte y sus cabellos parecían oro viejo, caminaba despacio casi a tientas.

-¿De dónde vienes – le pregunte- y a dónde vas tan con tan incierto paso?

-Vengo – respondió sin mirarme- de sepultar mi última esperanza, ni ideales, ni lisiones animarían mas este pecho, ataúd de toda ambición, no se a donde voy porque me siento abandonado y sin rumbo como un caracol vacio sobre las olas del mar;  el desengaño final mato a mi vida, yo soy una hoja seca del árbol de la muerte; y se alejo  abierto hacia el horizonte oscurecido, con los ojos grandes y tristes.

 Entonces comprendí lo que vale tener una esperanza. 

HEDILIO LOSADA

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