domingo, 27 de septiembre de 2009

Graziano Gasparini: “el historiador” de la “¿arquitectura colonial venezolana


...Y CULPABLE PRESENCIAL DE LA DESTRUCCION DE UNA CIUDAD MONUMENTO EL TOCUYO 195O


Entrevista de guadupe burelli para prodavice


Nos revela el retintín de este arquitecto que irónicamente escribió sobre la arquitectura colonial y en El Tocuyo vio y apoyo la demolición de este ciudad en 1950 catalogada como ciudad monumento por su arquitectura y templos..

Para mí su nombre está ligado indisolublemente a El Tocuyo y a Paraguaná. Son dos sitios que me dicen: Graziano Gasparini. ¿Cómo fue su encuentro con El Tocuyo?

Primero que nada, como te dije ya la otra vez, siempre, desde que tenía ocho, nueve años, me ha gustado la historia de la Arquitectura. Al llegar aquí ya en forma definitiva, cuando me di cuenta que éste era un país nuevo que estaba empujando, donde había necesidad de arquitectos, en lugar de estar en una ciudad histórica prácticamente embalsamada, me preocupé no solamente de hacer proyectos para hacer plata, sino que después de diez años prácticamente dejé los proyectos y me dediqué a tiempo completo a la universidad por veintisiete años seguidos y fundé el Centro de Investigación Histórica y Estética y ahí seguí investigando y viajando por todo el país reuniendo información que es lo que me gustó.


El Tocuyo fue una casualidad. En el 50, cuando tenía dos años aquí, ocurrió el gran terremoto en El Tocuyo. Lo supe por casualidad, porque no había televisión todavía y escuchaba radio únicamente en el carro, pero en el periódico de la tarde, El Heraldo, salió un titular grande que decía: Destrozado El Tocuyo, etc. Al día siguiente de leer eso, me monté en mi camioneta y me fui para allá donde tomé fotografías que no tiene nadie, de la iglesia de La Concepción rajada, de la iglesia de Santo Domingo también con los muros laterales caídos, de las columnas, las ruinas, del convento de San Francisco… Me pasé un día completo retratando y viendo con ojo de arquitecto que, efectivamente, la mayoría de lo que había ahí se podía restaurar.


Lo que ocurrió, en cambio, fue uno de esos gestos populistas muy frecuentes aquí, que si Bolívar dijo cuando el terremoto de 1812: «Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella hasta vencerla», para imitar un poco, otro, con menos talla, que se llamaba Marcos Pérez Jiménez, también gritó: ¡Reconstruiremos El Tocuyo desde las fundaciones! Entonces, para reconstruirlo, le pasaron el tractor por encima.


Yo vi en el segundo viaje, que fue aproximadamente un mes después, cómo la torre de San Francisco no se quería caer con todos esos trancazos que le daban con la bola de acero… y no se caía, y no se caía, y a fuerza de darle, claro, una construcción de mampostería, sin concreto, sin cabillas ni nada, una construcción del siglo XVIII, quedó arrasada.

¿Y no hubo manera de detener eso?


No, la única que se salvó fue la iglesia de La Concepción y es que yo al llegar hice el levantamiento y las fotografías y eso le sirvió al Ministerio de Obras Públicas para poder reconstruirla exactamente como estaba antes. Y tan fue así, que la gente hoy en día no sabe, porque la forma es la misma, pero yo sé que no es la auténtica.
¡Qué afortunado fue que llegara por lo menos a hacer el registro de las edificaciones afectadas que un mes después ya estaban demoliendo!


Demolieron toda la iglesia de San Francisco, y como hicieron nuevas calles y los muros viejos de la iglesia de Santo Domingo quedaban en la calle, entonces los tumbaron todos así como demolieron casonas grandes que tenían grietas. Te digo, era para llorar. El Tocuyo era la única ciudad de Venezuela que tenía siete templos coloniales y no quedó ni uno.


Usted pudo darse cuenta de la importancia que tuvo El Tocuyo en un momento.


El Tocuyo era muy superior a Coro, a Carora, a Trujillo, en fin, a todas las ciudades que tienen buenos ejemplos de arquitectura colonial que, por suerte, hoy en día se aprecia más.
Está muy bella Carora, por cierto.
Y te digo una cosa, aunque después me van a matar los corianos, pero para mí Carora está mejor conservada y ha mantenido una unidad sin edificios altos en la zona histórica. Ahí he restaurado la capilla de El Calvario y también la iglesia grande que está en la Plaza Bolívar, que es la iglesia de San Juan. Pero El Tocuyo de no haber sido por la decisión esa populista que mencioné, se hubiera podido salvar porque la gran parte de sus edificaciones eran restaurables. Yo escribí un artículo en El Nacional, que se titulaba justamente «El Tocuyo no lo tumbó el terremoto sino Pérez Jiménez», y eso es la pura verdad.
Terrible, pero fíjese que la combinación de circunstancias no ayudó: una dictadura populista con muchísimo dinero, en un país donde no sólo no había ningún tipo de conciencia de conservación, ni de la importancia de la historia, sino que más bien estaba disparado a todo galope hacia la modernización.

citada de la web fundavici

1 comentario:

  1. Por algo algunos colegas lo llaman "Desgraziano Rasparini" No me constan las historias de rapiña que se le atribuyen, pero cuando el rio suena...

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