Edignio Torrealba y Pablo Radriguez "La Ñema" |
Nació el 14 de julio de 1936, en el caserío “Agua Clara” de El Tocuyo. Muy temprano se inicia en la música, con el conjunto Unión del maestro Gilberto Querales, quien lo estimula para que perfeccione su talento.
-¿Cómo se inicia en el golpe tocuyano?
-“Me inicié cuando tenía unos 18 años, en ‘Los Paraparos de Las Vegas’. Allí con Alfredo Pérez, Víctor Álvarez, Bartolo Álvarez y Ermila Ortiz formamos Los Guaros.
-La primera grabación la realizamos en Caracas, una vez que fuimos a visitar a unos paisanos en El Valle. Al pasar por El Silencio, vimos un aviso que decía: ‘Grabación de Discos’, nos animamos y grabamos dos discos en revolución 78. Las canciones que interpretamos fueron: La Chaparrita, Margarita, Olvido y Ansiedad. Comienzo tocando tambor (un tobo) y luego como cantante, motivado por mi padre Román Colmenárez, quien era golpero, acompañando a Chemaría Giménez y a Chemaría Pérez en serenatas.Fue de esa manera que me inicio a tocar cuatro y más tarde el cinco tocuyano”.
El primer disco lo grabó con Pastor París y bajo la dirección de don Ernesto Torrealba, se tituló: Estrellas Larenses, participando Pablo Canela, Ernesto Torrealba con los conjuntos: Los Hermanos Báez y Los Araucanos”. Allí grabé cinco golpes: Montilla, La Barquilla y el Seis Corrío. Luego del éxito, junto a Oscar Sánchez, y Pastor, grabamos el segundo LP. Los primeros discos en 45 rpm, fueron grabados con Los Torrealba y Los Estelares del Golpe, que junto a Las Vocales fueron los primeros conjuntos de golpe tocuyano.
-¿Cómo nacen los Golperos de El Tocuyo?
- Nacen a raíz de varias actuaciones que un grupo de aficionados hacía en casa de Carlos Garmendia, el éxito fue tanto que éste le puso a su Casa El Túnel del Tiempo. Más tarde, el público que asistía nos anima para que tomemos las cosas en serio, y es cuando a Carlos Garmendia y José Pedro López se les ocurre el 7 de noviembre de 1974, denominar al grupo Los Golperos de El Tocuyo. Don Pío Alvarado era mi amigo personal, siempre nos visitábamos e intercambiábamos ideas sobre los diferentes estilos de tocar el golpe. La última visita la hice pocos días antes de su muerte, y él me pidió que cuando muriera lo despidiera con Los deseos de un borracho, y así lo hice. Allí el día de su funeral nuestro cantor Alí Primera dijo: “Ha muerto el Roble de Curarigua, pero nos queda el pequeño Roble de El Tocuyo: Edignio Torrealba”.
Excelente reportaje, mil felicitaciones.
ResponderEliminargracias y a sus ordenes
ResponderEliminar