jueves, 29 de junio de 2017

Rafael Antonio Pino que recidio en El Tocuyo desde 1887 cuyo mecena fue la familia Limardo

   

    Pintor, tallista y platero. Su familia era de origen marabino. Fue discípulo de Santos Valenzuela Silva y de Jese de la Cruz Limardo ;procer de la independencia,medico y retratista .
Fie protegido de su nieto José Maria Pérez Limardo. Simón González Peña \le adjudica el Cuadro de ánimas de la Catedral de Maracaibo, ejecutado hacia 1859 y 1860, "de notable composición" (1924, p. 41). En 1866 fue presidente del estado por 50 días, durante los cuales promovió la construcción del primer teatro de Mérida en la residencia del doctor Pedro de Jesús Godoy. Entre 1870 y 1881 estuvo exiliado en Colombia. Obras suyas se han encontrado en Cúcuta. De regreso al país realizó en El Tocuyo retratos como el de Antonio José Lucena (Museo Lisandro Alvarado, El Tocuyo, Edo. Lara), imágenes religiosas que se encuenra en el museo de El Tocuyo ,Lisandro Alvarado, e incluso un mural en la casa de los Limardo y Pérez Limardo, hoy desaparecido.


    En 1883 el general Jacinto Lara, presidente del Edo. Lara, lo nombra director de la recién creada Escuela de Artes y Oficios de Barquisimeto. Pino daba clases de pintura, escultura y platería; tuvo discípulos como Eliézer Ugel y dejó varias imágenes en templos de Lara (Silva Uzcátegui, 1941, II, p. 485). Ese año participó en la "Exposición nacional de Venezuela" (Palacio de la Exposición, Caracas) en conmemoración del centenario del natalicio de Simón Bolívar con una obra de platería: un escudo ovalado de la antigua Colombia, de 100 x 80 cm, franqueado por dos figuras que representaban la Libertad y la Justicia y sostenido por un símbolo de la victoria, un yelmo cubierto con una espada y un clarín, "una obra bastante notable" según Adolf Ernst (1884-1886, I, p. 534). La obra tenía caligrafías alegóricas a su tema. Pino permaneció en El Tocuyo hasta 1887, año en que fue cerrada la Escuela de Artes y Oficios, y antes de regresar a Mérida rifó una Divina Pastora. 

   Fue profesor de dibujo de la Universidad de Mérida. En esa ciudad participó en las celebraciones del centenario del nacimiento de Antonio José de Sucre, en 1895, con un retrato del mariscal que fue colocado en la Sala de Sesiones del Concejo Municipal (colección Biblioteca Bolivariana, Mérida). En una carta a ese cuerpo de gobierno, el artista se declaraba "enfermo y escaso de recursos". Durante la Apoteosis de Miranda, en recuerdo a los 80 años de la muerte del Precursor, realizó un retrato del prócer, de medio cuerpo (colección Biblioteca Bolivariana, Mérida). En 1897, la Sociedad del Carmen le solicitó una Virgen del Carmen (colección Iglesia del Carmen, Mérida). José Nucete-Sardi señala que fue "retratista de fuerza", cuyas tallas en madera se encuentran en muchas iglesias de la cordillera andina y del Zulia (1957, p. 98 y 100).

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