Ezequiel Giménez y su obra pictórica constituye
un punto de transición entre lo que había sido la iconografía religiosa inciada
en la colonia siglo XVII y la escuela paisajista que se inició en los años
veinte del siglo pasado, de la cual su propio hijo (Che María) sería uno de los
máximos representantes.
Ezequiel Giménez es sin duda uno de los
exponentes más importante de la iconografía religiosa, que tuvo en el famoso
“Pintor de El Tocuyo” (finales del siglo XVII y principio del XVIII) como
principal antecesor. Ezequiel Giménez, desde la segunda década del siglo XX
hasta llegado los años cuarenta, es el artista que más destaca, hasta que
surgen los representantes de lo que hemos llamado la “generación del
cuatricentenario” (1945): Armando Torrez Villegas,Octavio Alvarado, José María
Giménez, Trino Orozco y Ángel Hurtado.
A este Artista le tocó desarrollar su actividad en un
contexto en el que aún no se valoraba el arte pictórico. Ezequiel Giménez fue
además de pintor, escultor, usó el yeso, la madera, el vidrio, mosaico, entre
otros elementos. En donde, además, ofrecía los servicios como 266 decorador de
interiores y fabricante de los primeros avisos luminosos, de lápidas
mortuorias, así como uno de los iniciadores del grabado en vidrio.
Compartió estas décadas iníciales del siglo
XX con Octavio Alvarado, Jesús Maria Galeno y Pablo Vielma. Sobre estos dos
últimos, a pesar de los esfuerzos realizados, es muy poco lo que hemos podido
conseguir y que nos de pista sobre sus desempeños posteriores, sólo sabemos que
eran ya pintores destacados en los años 20..
“Mano´
quiel” Giménez, como popularmente se conoce en el medio artístico; nació en
Quibor, posiblemente en 1889 (ya que en el acta de su defunción, en 1952, se
afirma que tenía 63 años), sin embargo, su vida y su carrera artística la
desarrolló entre El Tocuyo y Agua Clara – vía Sanare. En 1916, conoce a Rafael
Monasterio, quien se encontraba en El Tocuyo llevado por el poeta Pío Tamayo,
desde entonces comenzaría entre ambos pintores una profunda relación de
amistad.
En
algunos periódicos locales de la época, reseña
que Ezequiel Giménez realizó trabajos de restauración en el interior de las
iglesias, no solamente en El Tocuyo sino también en las poblaciones vecinas.
Igualmente, su delicada y perfecta obra pictórica, de las cuales hoy muy pocas
se conocen, quedaron esparcidas en diversos lugares, una de las más conocidas,
“El Purgatorio”, elaborada en los años veinte, estuvo primero en la Iglesia de
Humocaro Alto, según los testimonios orales, este cuadro estuvo luego en el
Templo San Francisco de El Tocuyo, hasta el terremoto de 1950, hoy se encuentra
nuevamente en la Iglesia de Humocaro Alto.
“Mano´quiel”, era hijo de María de los Ángeles
Giménez y tuvo entre sus hermanos al conocido músico Altidoro Giménez, quien,
además, también incursionó en los trabajos de la escultura y la pintura y fue
un renombrado comerciante de Quíbor y El Tocuyo. Don Ezequiel muere el 27 de
mayo de 1952, dejando como viuda a Sofía de Giménez y como hijos a José María
(Che María), Marcial y a Dilia.
Copilacion:
Licdo Antonio J. Saldivia
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