lunes, 28 de septiembre de 2015

Genesis y historia de el Acueducto y servicio de agua domiciliaria en El Tocuyo



     El servicio de agua por acueducto se debe numerar que a pesar de la abundancia de agua hasta entonces en el caudaloso Río Tocuyo, no es sino hasta 1936 cuando se crea el primer acueducto de la ciudad, tomando el agua directamente del río. Las personas que gozaban de una buena posición económica enviaban a sus sirvientes a cargar el agua en bestias, pero la mayoría lavaba sus Recordemos que la radio sólo llega en los años ’30 y la televisión en los años ’50

    En 1936 es cuando se crea el primer acueducto de la ciudad tomado directo del río ropas y se aseaba en dicho río. Sin embargo, había sus excepciones, una minoría tenía sus acueductos particulares, como el que nos encontramos en una venta producida en 1900 en la que Maximiliano García le vende al padre José Cupertino Crespo “un acueducto de tubos de hierro de media pulgada que partiendo de la esquina de la casa del señor Ezequiel Garmendia y cerca a la Alameda Lara baja directamente por la calle La Ciencia en la esquina Oriente de la Plaza La Concepción, desde allí hasta xxxx (falla en el original). Esta lo había obtenido por herencia de su padre Hilario Alvarado en su casa en La Concepción”. (Folio 39, Nº 69).

    Ya desde los años 20 existían proyectos para la realización del acueducto de El Tocuyo, como el presentado por el ingeniero español Joaquín Avellán, en el contexto de una fuerte sequía en la localidad.

    La prensa local hablaba de “una escasez nunca vista”; tal como lo expresara el periodista Agustín Gil Gil
       “El agua nuestra que viene de la quebrada de Sanare se ha mermado hasta el punto que la arena del cauce la absorbe íntegramente como a cuatro kilómetros más arriba de la toma del acueducto, o se hace un dique impermeable que atraviese el cauce (...) o lo que es superior, se trae el agua por tubos desde la cuesta... "(El Tocuyo, 30-03-1926).

      Agustín Gil Gil consideraba, como muchos, que esta era una medida urgente que debía hacerla en conjunto el municipio con los privados. Era tanta la sequía que el ío Siquisique también estaba siendo profundamente mermado, producto de que los tocuyanos no soltaban el agua de los bucos
   El servicio de agua por acueducto se debe numerar que a pesar de la abundancia de agua hasta entonces en el caudaloso Río Tocuyo, no es sino hasta 1936 cuando se crea el primer acueducto de la ciudad, tomando el agua directamente del río. Las personas que gozaban de una buena posición económica enviaban a sus sirvientes a cargar el agua en bestias, pero la mayoría lavaba sus Recordemos que la radio sólo llega en los años ’30 y la televisión en los años ’50

 En 1936 es cuando se crea el primer acueducto de la ciudad tomado directo del río ropas y se aseaba en dicho río. Sin embargo, había sus excepciones, una minoría tenía sus acueductos particulares, como el que nos encontramos en una venta producida en 1900 en la que Maximiliano García le vende al padre José Cupertino Crespo “un acueducto de tubos de hierro de media pulgada que partiendo de la esquina de la casa del señor Ezequiel Garmendia y cerca a la Alameda Lara baja directamente por la calle La Ciencia en la esquina Oriente de la Plaza La Concepción, desde allí hasta xxxx (falla en el original). Esta lo había obtenido por herencia de su padre Hilario Alvarado en su casa en La Concepción”. (Folio 39, Nº 69).

    Ya desde los años 20 existían proyectos para la realización del acueducto de El Tocuyo, como el presentado por el ingeniero español Joaquín Avellán, en el contexto de una fuerte sequía en la localidad.

    La prensa local hablaba de “una escasez nunca vista”; tal como lo expresara el periodista Agustín Gil Gil: “El agua nuestra que viene de la quebrada de Sanare se ha mermado hasta el punto que la arena del cauce la absorbe íntegramente como a cuatro kilómetros más arriba de la toma del acueducto, o se hace un dique impermeable que atraviese el cauce (...) o lo que es superior, se trae el agua por tubos desde la cuesta... “(El Tocuyo, 30-03-1926). Agustín Gil Gil consideraba, como muchos, que esta era una medida urgente que debía hacerla en conjunto el municipio con los privados. Era tanta la sequía que el ío Siquisique también estaba siendo profundamente mermado, producto de que los tocuyanos no soltaban el agua de los bucos

No hay comentarios:

Publicar un comentario