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lunes, 2 de diciembre de 2019

Licdo. Antonio J. Saldivia Landaeta; Un Tocuyano ... 📝 y el mundo de la PALEOGRAFÍA


Técnico especialista en transcripción de documento antiguos 
    
✅ ¿Qué es la paleografía?

  📌 “La paleografía es la disciplina que estudia la historia de la escritura (y en particular de la escritura a mano) en su diferentes fases, las técnicas empleadas para escribir en distintas épocas, el proceso de construcción de los testimonios escritos y, en fin, los productos mismos de tal proceso, particularmente en su aspecto gráfico, ya se trate de libros, inscripciones, documentos o escritos de naturaleza individual o privada”, Armando Petrucci. 

     Las grafías antiguas y su relación con el estudio de la historia”,  señalo que la paleografía debe ser entendida como la disciplina que estudia las escrituras antiguas, y con la cual se desentrañan no sólo la escritura ajena a nuestro tiempo sino que nos hace asequible el conocimiento para saber cómo se vivía en otra época.

     En palabras según mi criterio “ la paleografía de documentos –en esta ocasión, de los manuscritos novohispanos de índole administrativa, jurídica, política y religiosa–, permiten al investigador de la historia adentrarse y dilucidar ciertas prácticas sociales y culturales de la época virreinal, en otras palabras, al leer lo escrito en el pasado se genera conocimiento que se transforma en ventanas que permiten ver otros periodos y comprender y transformar nuestro presente. Asimismo, reiteró que al plantear la historia y la paleografía para interactuar en el presente y el pasado, se despierta en los estudiantes el interés por conocer cómo se vivió cierto proceso histórico y, sobre todo, descubrir por qué se vive actualmente de determinada manera, puesto que, mediante la historia se intenta explicar el presente”.

    En El Tocuyo tenemos una gran cantidad de manuscritos y varios volúmenes originales del ARCHIVO HISTORICO DEL REGISTRO PUBLICO DE LA CIUDAD, uno de las más antiguos del país  de la época colonial al resguardo del SAREN.

    Para hacer comprensible su contenido, hay que hacerse  una serie de preguntas: ¿Cuándo y dónde se escribió el documento? ¿Quién lo escribió? ¿Por qué se escribió? ¿Para qué se escribió? ¿Cuál es el discurso? Al contestar esas interrogantes –manifestó– se tiene un acercamiento inicial al corpus documental y una primera interpretación
La paleografía debe ser aplicada de manera interdisciplinaria; así, junto con la historia, la antropología, la sociología, la etnología, se tendrá un panorama completo de lo que acaeció en el periodo que se desea comprender.



✅ La transcripción documental y algunas técnica para trabajar 

    El desaliento de algunos investigadores al asumir la tarea de transcripción llega a tal intensidad, que muchos de ellos toman la decisión de desechar la fuente documental que consultan, habida cuenta de no poder acceder a su contenido; dado lo difícil y complejo que pueden resultar muchos manuscritos en términos de su correcta legibilidad. Hay quienes para solventar este escollo no rechazan el documento, sino que vista la imposibilidad de transcribirlo por sí mismos, recurren a la ayuda del especialista paleógrafo o del transcriptor experimentado. Otros investigadores –por fortuna los menos– sencillamente desisten del tema que escogieron inicialmente, y enfilan sus intenciones hacia otra área temática menos problemática y exigente en lo tocante al manejo de los manuscritos; principalmente los de vieja data (siglos XVI y XVII).

   Siendo la necesidad de comunicación algo inherente al ser humano en lo individual y en lo colectivo, parece obvio que se agenciaran por su parte los medios más expeditos para lograr la mayor fluidez en este propósito. Así, el afán de comunicación jalonará siempre el progreso, y el intento es fácil detectarlo: el pápiro, el cálamo y la tinta fueron ayer lo que es hoy el mensaje computarizado, y ambos medios con un mismo fin, según vemos.

  En cualquiera de estos casos, es evidente el cúmulo de problemas que debemos enfrentar y resolver en nuestra tarea de búsqueda de información documental; ya sea para corroborar datos ofrecidos por otros investigadores o para nuestro propio consumo, en la consecución de lo que nos pueda interesar en el desarrollo de nuestro tema de investigación. Ahora, tal conjunto de dificultades no siempre están presentes –con la misma intensidad– en una determinada colección documental que en otra, pues ello variará dependiendo del término cronológico del manuscrito, la escritura empleada, el estado de conservación de los folios y hasta la misma organización y servicio del archivo donde se localiza la fuente.
+  De tal manera que –en términos generales– se pueden estimar estas dificultades en dos tipos, a saber:
 A. Dificultades externas a la escritura.
 B. Dificultades internas a la escritura.

✅ DIFICULTADES EXTERNAS A LA ESCRITURA

     La escritura, considerada quizás el invento más grande del hombre, ha avanzado de manera vertiginosa en lo que concierne a los medios utilizados en su confección y en su difusión; a tal punto que la información escrita se transmite hoy día a velocidades que se miden en millonésimas de segundos entre el ente emisor y el receptor, lo cual no es otra cosa que una demostración palpable del avance científico alcanzado por el hombre en los años recientes. Esencialmente, tal comunicación fue siempre, desde los tiempos remotos, asunto de la mayor importancia, tal cual lo constituye hoy día, con la notable diferencia, comparativamente hablando, de lo complejo y dificultoso que debió resultar para el hombre en ese pasado remoto, el poder perpetuar su memoria con el empleo de signos ideográficos y posteriormente con la invención y adopción de sistemas de escrituras basados en abecedarios.


    Desde tiempos remotos, el hombre procuró perpetuar esa comunicación por vía de la exposición de escenas de caza y de guerra sobre piedra. Los egipcios, expertos en el uso de una extensa simbología, usaron como soportes para dejar memoria de sus vidas una amplia aplicación de jeroglíficos tanto en papiros, como esculpidos o pintados en sus palacios, templos y tumbas. Los romanos, por su parte, hicieron de las tablas de cera, delgadas pieles y el mármol, los materiales sobre los cuales reseñaron sus hechos. Dejando de lado toda consideración sobre el lenguaje escrito que no tenga como soporte el papel, conviene precisar cuáles son los elementos que constituyen lo que he dado en llamar dificultades externas a la escritura. Refieren al estado físico del documento, su debido resguardo y las posibilidades existentes en los repositorios para consultar sin mayores trabas las colecciones de manuscritos que queremos revisar.

    Vale decir, todos aquellos aspectos relacionados con el correcto resguardo de la fuente, en procura de ofrecer el mejor servicio a quien consulta. Es lógico pensar que luego de tantos años de haber sido producidos, los manuscritos antiguos se resientan y muestren, muchos de ellos, evidencias palpables del rigor del paso del tiempo, al observarse el estado material lamentable en el cual se encuentran; circunstancia esta que tiene como elemento catalizador el poco o ningún cuidado que los responsables de la custodia y preservación de estos papeles han demostrado, para la debida salvaguarda de estas colecciones. Manuscritos de los siglos XVI y XVII muestran tales signos de apolillamiento, al extremo de que valiosas piezas como el primer Libro de Actas del Cabildo de Caracas (años 1573-1602) deja ver un tremendo agujero al centro de sus folios, imagen más que demostrativa de cómo se fue dejando “para después” la solución al avance de este terrible flagelo documental. Obviamente, esta es una tremenda dificultad al momento de intentar la lectura y debida transcripción de un escrito como ese u otro en similar estado; dificultad que como podemos apreciar nada tiene que ver con la escritura allí elaborada, pues más bien forma parte de esos aspectos relacionados con el estado material del soporte de esa escritura.

    En ese mismo orden, cabe mencionar que al igual de lo pernicioso que resulta el trabajo de estos agentes animales al corroer con su acción depredadora al documento, también es de suma gravedad el resultado que en muchos manuscritos antiguos ha dejado el empleo de tintas con alto grado de acidez o alcalinidad, que al correr del tiempo han vulnerado fatalmente la consistencia del papel, dejando como resultado grandes “quemaduras” sobre este soporte y en consecuencia sobre lo escrito en él; al extremo de que solamente es posible observar grandes manchas oscuras en muchos renglones escritos, con mayor presencia en aquellas letras que presentan rasgos gruesos.

Documental durante el extenso período de dominación monárquica en América, e inmediatamente caeremos en cuenta de la diversidad de modos de escribir que coexistieron; aún tratándose de la utilización de tipos únicos de escritura, que como bien sabemos fueron tres: cortesana, procesal e itálica con las variantes correspondientes a cada una de ellas.

       De igual consideración y por tanto con la misma dificultad para su correcta lectura, en el traspaso de la tinta de un folio hacia otro, bien tratándose del anverso hacia el reverso, o de una página hacia otra, con la consecuencia de que los trazos de las letras de lo escrito en un lado, se confunden con los trazos de las grafías elaboradas en el otro lado. En sentido contrario, aunque también resulta un obstáculo para la debida comprensión de lo que está escrito, nos encontramos con grafías por demás débiles en su confección, entendiendo por ello la presencia de escrituras sumamente borrosas, huidas, de poca firmeza en su trazado, dado que para su elaboración probablemente se utilizaron tintas cuyos ingredientes carecían de la debida calidad de impresión, y por lo tanto no representaba ninguna garantía de perdurabilidad.

      También las roturas y mutilaciones de los documentos, hecha de manera intencionada o no, constituyen serios problemas para el transcriptor dado que ello no permite la comprensión cabal del texto, más aún si del legajo o expediente se han extraído o extraviado partes contentivas de información importante, como por ejemplo la fecha del escrito, firmas y nombres de personas o lugares, que probablemente no logremos ubicar en otra parte del texto. Queda a criterio del investigador, para solventar un tanto esta carencia, andar con mucho cuidado en el movedizo terreno de la especulación, pero siempre con las debidas advertencias del caso.


✅ DIFICULTADES INTERNAS A LA ESCRITURA

 El producto del acto de escribir está constituido por una especie de tarjeta de presentación, que refleja la característica resaltante de individualidad que identifica a la persona generadora del escrito. Salvo en los casos de aquellas escrituras sometidas a pautas precisas y únicas para su elaboración, lo que las hace siempre iguales aún en los casos de ser facturadas por personas distintas, ha de tenerse presente que este acto es muy personal y por tanto con peculiaridades muy propias de quien lo realiza.

Visto así, el análisis al cual deben ser sometidas estas grafías distintas para su debida comprensión y consecuente lectura, debe basarse principalmente en el estudio de las particularidades de cada caso, de cada escrito, pues sus características son únicas y dicen bastante del tipo de letra empleada, ya angulosa, ya redonda, de la firmeza del instrumento de escribir sobre el papel y de la dirección que se le imprime al manuscrito. A los efectos de esta valoración, y antes de exponer cuáles son las dificultades internas a la escritura, conviene señalar el significado de tres elementos que se aplican en la técnica paleográfica y que forman parte de su terminología:

  • Caja del renglón
  • Ducto 
  • Canon.

       Caja del Renglón
    Está constituida por dos líneas paralelas imaginarias, dentro de las cuales discurre la escritura. La aplicación de este medio de análisis nos permite precisar la dimensión de las letras, en el entendido de poder apreciar así, de una parte, la diferenciación de ellas entre minúsculas y mayúsculas, y de otra parte distinguir más efectivamente los trazos correspondientes de una o varias letras en específico. De este modo, será posible ver más claramente todos aquellos aspectos relacionados con la morfología de las letras, ligazón entre palabras y dirección de los rasgos ascendentes, descendentes o envolventes cuando estos afectan alguna palabra o palabras que se encuentren en los renglones precedentes o siguientes. Es decir, en muchos casos la lectura del manuscrito se torna mucho más difícil, si el ejecutante hizo uso de una escritura sobrecargada de trazos y rasgos a veces superfluos, que sólo con la suficiente paciencia podemos abordar con éxito su correcta lectura.

     
    En términos resumidos, de acuerdo con su dimensión o tamaño, encontramos que las letras están clasificadas en mayúsculas y minúsculas, entendiendo que las primeras son aquellas que conservan una misma altura con respecto a la caja del renglón, siendo su uso arbitrario en muchos documentos, al no sujetarse su aplicación a reglas fijas: “...En cuanto a su empleo, este se reserva, si nos atenemos a las actuales normas de ortografía al inicio de un escrito o después de un punto que cierre una oración, inclusive, tras el uso de los signos de interrogación o admiración. En los documentos antiguos donde no encontramos fijadas tales normas, las letras mayúsculas asumen generalmente la función de siglas; esto es la palabra o palabras consignadas sólo con su letra inicial, pero es de advertir, además, que este tipo de letras suelen aparecer caprichosamente en medio de una dicción dando lugar a confusiones, sobre todo en el modelo de letra procesal, cuya modalidad consiste en anular las diferencias arriba indicadas de los grafismos...”1

    En cuanto a las letras minúsculas, se les reconoce como bien sabemos por ser de menor entidad o tamaño que las mayúsculas. Estas letras poseen dos formas básicas: cortas y largas, siendo las primeras las que constituyen el llamado “cuerpo de la escritura”, el cual queda conformado por las letras que son trazadas dentro de las dos líneas paralelas imaginarias que forman la caja del renglón, por lo cual normalmente ninguno de sus trazos sobresale de esa dirección. Estas minúsculas cortas son las vocales a, e, i, o, u y las consonantes m, n, r, s, v, x.


     En cuanto a las formas de las letras estas dependerán totalmente, como es obvio suponer, del esmero o descuido que el ejecutante haya puesto en su elaboración. Igualmente se supone que este acto tiene como finalidad la de que se pueda leer lo que está escrito, mas pareciera no ser así en todos los casos, puesto que son innumerables los folios manuscritos donde se aprecia que la intención del que escribió hubiese sido la de presentar un escrito enrevesado, muy complejo y por tanto lleno de dificultades para su debida lectura. De acuerdo con el trazado de las letras, estas recibían el nombre de sentadas o redondas cuando su reproducción dejaba ver el mayor cuidado y atención, teniendo estos caracteres cierto grado de belleza y limpieza de lo escrito. En cambio, aquellas escrituras hechas descuidadamente, denotan apresuramiento en quienes las ejecutaron, siendo su característica resaltante el alto grado de cursividad aplicado, sobre estos dos tipos de letras, dice Agustín Millares Carlo que las primeras ”...corresponden a los códices o libros manuscritos, en tanto que las últimas son propias de documentos que se caracterizan por prevalecer en ellos los enlaces de letras...”, y agrega el citado autor: ”...que las influencias de un modelo escritural sobre otro, dio como resultado una escritura mixta que se le da el nombre de semicursiva, que también fue profusamente empleada en la producción de fuentes históricas”2.

    Respecto a las minúsculas largas, se denominan así porque sus trazos ascendentes o descendentes sobresalen de la caja del renglón, dándose el caso de letras de este tipo que pueden presentar en su elaboración ambos trazos, como es el caso de la letra f y a veces de la letra h. Se consideran en el grupo de las altas a las letras h, d, t, l, f, en tanto que las bajas son: y, p, f, z.

      Ducto:
  cuyo significado literalmente es el de guía o dirección. Así entendido, es claro que tal palabra también implica intencionalidad, propósito, es decir, hacia dónde se dirige la acción, que en nuestro caso alude al hecho de la elaboración de la escritura. Como componente de la terminología paleográfica, el ducto significa la manera particular que cada persona da a su propia escritura, es decir, sus peculiaridades, en el entendido de cómo se dirige su propia manera de escribir, la cual es una y única, asaz personal, y en cualquier caso, distinta en muchos aspectos con la producida por manos diferentes:

   Ello constituye una identificación particularísima, donde los giros, rasgos envolventes, trazos ascendentes y descendentes y tamaño de las letras, adquieren una facturación muy propia de quien elabora el escrito, se trata, en resumen: “...del carácter peculiar que cada persona da a sus escritos, que no es otra cosa que la morfología que tiene cada escritura, se pueden encontrar escrituras donde abundan los rasgueos iniciales o finales en cada renglón, otras cuyos elementos son menudos y apretados, también con sus letras muy inclinadas y por último, grafismos que no guardan un paralelismo uniforme dentro de la caja del renglón al acusar en su ejecución una asimetría degenerativa de los caracteres del alfabeto...”3.

   Tanto el término Ducto como el de Caja del Renglón, son expresiones técnicas usadas en Paleografía para precisar – según hemos visto – el movimiento, volumen y firmeza de cada escritura personalizada. Esto es, que lo tenue o fuerte de los rasgos y el uso de elementos decorativos o sin valor, se apreciarán mejor si tomamos en cuenta los términos ya enunciados.


    Canon :
    En la paleografía técnica se utiliza la expresión Canon para significar la existencia de una escritura que para su elaboración se siguieron pautas o normas precisas. De allí que cuando se emplea el término “escritura canonizada” se hace para señalar la presencia de un modelo escritural o modelos escriturales, que aún siendo ejecutados por manos diferentes expresan en la confección de sus grafismos similitudes notables. Se trata de seguir patrones únicos en la ejecución de lo escrito, es decir, siempre se empleará el mismo trazo para un determinado grafismo, lo que haría que el diseño de la letra conserve la misma relación modular (proporción entre altura y anchura), su firmeza y dirección. Generalmente, son tipos de escrituras muy bien cuidadas, resultantes de un tra bajo hecho con esmero, y sin apresuramiento; salvo en aquellos casos donde es observable el paso degenerativo de un modelo hacia otro, como ocurre en el tránsito de la escritura cortesana hacia la escritura procesal. Expuestos resumidamente estos tres elementos de análisis que forman parte de la terminología paleográfica, conviene ahora hacer referencia a lo que en su conjunto he denominado dificultades internas a la escritura, que en esencia representan los obstáculos más comunes que debemos solventar para lograr una efectiva lectura y consecuente transcripción de los documentos que consultamos. Tales dificultades internas se pueden apreciar en unos escritos más que en otros y ello obedecerá, sin dudas, al carácter particular que se imprimió a cada ejecución.
   De allí que podamos ver documentos donde abundan los enlaces indebidos entre palabras, lo que a su vez suprime el abuso en el empleo de abreviaturas; así como también habrá otros manuscritos donde serán escasos esos enlaces indebidos, pero en una elaboración donde se notará el empleo de rasgos inútiles, sin valor alguno, dentro de la escritura.

 Esencialmente, se pueden agrupar estas dificultades en:

 A. Exagerada presencia de abreviaturas.
 B. Enlaces indebidos entre palabras.
 C. Utilización de rasgos inútiles.
 D. Elaboración exagerada de las grafías (trazado exagerado de las letras).
 E. Similitud en el trazado de letras de distintos tipos. Cada uno de estos cinco puntos, representan particularmente una dificultad a superar en la tarea de transcripción, la cual se agudizará si dentro del escrito

miércoles, 5 de diciembre de 2018

El Tocuyo en el lente de Elio Otaiza ...fotografo documentalista

  La fotografía larense tiene en Elio Atilano Otaiza Fuentes (Bejuma, estado Carabobo 1916-Caracas 1976), uno de los más importantes fotógrafos documentalistas y sociales del estado y de Venezuela. Su obra fotográfica la desarrolla entre 1936 y 1973. El periodo idílico de las interminables fiestas que deslumbraban a Barquisimeto, tiene en Elio Otaiza a su más preclaro documentador.

     Según me narró su hijo, el profesor Edgar Otaiza Vásquez, su familia se trasladó de Bejuma en la década de 1920 y aquí su padre realizó sus primeros estudios. Hijo de odontólogo, Elio Otaiza se hizo práctico dentista. Como plaza amorosa que Barquisimeto ha sido, en 1939 contrajo matrimonio con Ángela Vásquez y tuvieron seis hijos.



Antes del casorio, a la par de su desempeño como técnico dental en un dispensario cercano al Parque Ayacucho, se había hecho fotógrafo y tesorero de la Sociedad Divina Pastora.
En 1945 disponía de un foto estudio en su residencia ubicada en la calle 24 entre 20 y 21, el cual luego trasladó a la carrera 19 entre calles 30 y 31.
Elio Otaiza 
Fotógrafo Documentalista

Su dedicación lo llevó al desarrollo de una práctica y conocimiento del proceso fotográfico que depuró constantemente: existen copias de gelatina y bromuro de plata de su autoría, identificadas primeramente con su firma, luego con un sello, atribuido al consabido mediecito. Todos los originales permanecen impecables a pesar del tiempo, conservadas adecuadamente.

En 1949 trabaja como reportero gráfico en la corresponsalía de El Nacional junto a Arístides Bastidas y como tal realiza fotografías del terremoto que asoló a El Tocuyo en agosto de 1950. Junto a Francisco Villazán fueron los primeros en llegar a la ciudad devastada y juntos también, exhibirían con premura, poco más de una semana después, cien fotografías del suceso, exposición que tuvo lugar en los salones de la librería “Santos Luzardo” del poeta tocuyano Antonio Castellanos. Este evento fue reseñado en la edición del 12 de agosto del diario Última Hora.

En 1952, en ocasión de celebrarse el cuatricentenario de Barquisimeto, elaboró junto al maestro José Requena un gran mapa mural del estado Lara, expuesto en la feria de entonces, donde fotografía y pintura ilustraban regiones y lugares de la geografía larense.

Esta obra es de paradero desconocido, pero se encuentra documentada en la prensa local.
Ese año fue contratado por Taormina Guevara como fotógrafo de su naciente Academia de Arte y Ballet Infantil, ubicada frente al Parque Ayacucho, algunas de ellas coloreadas por el señor Arends, según dejan ver las originales que conservaba María Teresa Álvarez, madre de la bailarina, las cuales cedió en vida a la Fototeca de Barquisimeto.

La Academia siempre se preció de contar con fotógrafos “oficiales” o de planta, de la cual Otaiza sería el primero. Para el momento cambió la “i” latina de su apellido por una “y” que supongo artística: Otayza aparece rubricado al extremo izquierdo de la obra. Todas las fotografías realizadas por Otaiza del Ballet son extraordinarias.

En 1955, estuvo presente en el acto mediante el cual se creaba la Sociedad Amigos de Barquisimeto, registró el acontecimiento y realizó una impresión heroica que engalanó su sede.

Guillermo Morón recuerda el día que su madre rompió un prolongado luto y llamó a su amigo Otaiza, quien rememoraría el momento en un hermoso retrato familiar.

Sus fotografías sociales, englobando festejos de toda índole, el mundillo de los clubes sociales, la fotografía familiar, las bodas, los personajes de la farándula local y retratos, representan documentos invaluables para la historia regional. Quien quiera conocer cómo era Barquisimeto en la década de 1950, la puede conocer a través de la obra de Elio Otaiza.

Aparte de llevar una vida social cónsona con sus registros, fue rosacruz, masón, tesorero de la Sociedad Divina Pastora; miembro fundador del polígono de tiro y del Foto Cine Club Barquisimeto. Además de político. Recuerdo que caminando por los alrededores de mi casa materna, lo vi pasar, con dos parlantes sobre el techo de un escarabajo, convidando a votar por él y Cruzada Cívica Nacionalista, partido del pérezjimenismo.

En 1969 resultó electo diputado por el estado Lara al Congreso Nacional y formó parte de la Comisión de Asuntos Indígenas que presidía Germán Borregales. Esta comisión conformó un grupo expedicionario que recorrió el Amazonas. A su regreso a Caracas el “diputado-fotógrafo” como lo apodaban, presentó la exposición “Indígenas del Amazonas”, conformada por 127 originales, en blanco y negro, formato 50 x 60 centímetros, cuya inauguración tuvo lugar el miércoles 25 de junio de 1969, en el propio Congreso Nacional.
Una posterior muestra en 1972, le permitió exhibir una nueva selección de diversos lugares de la geografía nacional, compuesta por 76 originales en color que denominó “Elio Otaiza fotografías”. Esta sería una muestra excepcional puesto que indagaría con el color, ya que toda su obra fotográfica anterior había sido en blanco y negro.

Las fotografías presentadas para la venta fueron adquiridas en su totalidad por el propio presidente de la Comisión, Germán Borregales.

Disuelta Cruzada Cívica Nacionalista, se unió a las filas del MAN, pero problemas de salud lo llevaron a retirarse de la política y de la fotografía. Poco después, el 25 de diciembre de 1976 muere en Caracas.








miércoles, 17 de octubre de 2018

Tomás Valero Torrellas filosofo tocuyano, pionero del pesamiento de la teologia expositiva


   MonjeFranciscano, nacido en El Tocuyo, hoy Estado Lara. Muere en Caracas. Valero formó parte del Jurado Examinador, el 11 de marzo de 1773, para los concursantes a la Cátedra de Filosofía entre los que se encontraba Juan Antonio Navarrete.
 Su obra (Theologia Expositiva in Sacro-sanctum Evangelium D. N. J. C. Secundum Mattha!um. Modo Historico, Condona-torio, et Scholastico procedens. Utrumque sensum, litteralem, scilicet & Moralemamplectens, juxta Sanctos Patres, sacrosque expositores. Hispali, ex TypographiaSignate Latina Francisci Sanchez, 1754) le valdrá a V alero a través de los siglos elpuesto de Epfgono del pensamiento venezolano con su compañero Quevedo y Villegas. Esta obra fue escrita en un latín riguroso y fluido, corre la vena de su pensamiento profundo a través de una exposición metódica, clara y sencilla.
1755  España.                                                  
Se imprime en España, en 2 volúmenes, la Teología expositiva del filósofo tocuyano, franciscano, Tomás Valero, lector jubilado de la provincia de Santa Cruz de Santo Domingo y Caracas, doctor teólogo del Santo Oficio de la Inquisición y examinador sinodal de las diócesis de Puerto Rico y Caracas.
Había cursado estudios primarios en El Tocuyo y se hizo franciscano en Caracas (5 de enero de 1727). Será provincial de la orden (1761-1764; 1770-)

lunes, 26 de marzo de 2018

El "Farolon" oficio de principio de siglo XX en El Tocuyo


El Ultimo Farolero en El Tocuyo fue el Sr. Luis Lozada



   Según escritos de del gran músico tocuyano e intelectual Don Hildebrando Rodriguez “… la fecha en que se instaló en ésta ciudad el alumbrado eléctrico, le diré que dicho encargo lo cumplí seguidamente después del recibo de su atenta carta, obteniendo la repuesta de que la luz eléctrica fue inaugurada el 5 de Julio de 1.925.
      También yo lo confirmo, pues yo estaba en la Planta, sirviendo como segundo maquinista, al lado del Sr. Luís Reina Nodal (El Cubano), quien era el primer maquinista. Además de este interesante dato, me tomo el permiso de enviarle otros, referentes a los sistemas de alumbrado que hubo en esta ciudad en épocas anteriores, hasta la fecha en que se instaló el alumbrado eléctrico.

     Estos datos los he tomado del archivo del Concejo Municipal y deseo le sean útiles. Son carteles de licitación, proposiciones de contrato, aceptación de éstos, condiciones y cantidad de faroles para alumbrar, a más de algunas cosas que puede ser que no le interesen, pero me atrevo a contárselas por lo casi humorístico de ellas. La persona que contrataba el alumbrado tenía dos empleados que los distinguían con el nombre de faroleros.

      El trabajo que desempeñaban era el siguiente: en las horas de la mañana se ocupaban en llenar de combustible los depósitos de las lámparas y arreglar las mechas; trabajo éste que duraba hasta las 11 o las doce del día. Por la tarde, a las 6 Pm se ocupaban en encender, portando cada farolero una escalera de las llamadas de tijera. Este sistema de alumbrado creo se acostumbraba desde años muy anteriores; pues cuando yo tenía ocho años, en 1.900;

Foroleros tocuyanos

 Recuerdo que ya existía este sistema y recuerdo hasta los nombres de los faroleros: Andrés Puerta, Laureano Soto, otros que hacían suplencias cuando fallaba alguno y Félix Yépez. Este último gozaba de una regular posición económica; era dueño de una casa bautizada con el nombre de “La Copa de Oro”, sita en el cruce de las calles “Libertad” y “Limardo”, cerca del río por el “paso” de “La Coqueta”; le gustaban mucho las fiestas y poseía un caballo alazán muy brioso. Dicho señor, cuando tenía una fiesta, (que casi siempre era en sábado o en domingo) se envitolaba bien con un flux de casimir y se colocaba una enorme corbata colorada; ensillaba el alazán y montaba en él, “chaciando” el animal en cada esquina donde había un farol, lo encendía desde la bestia, haciendo ésta las veces de la escalera. Causaba risa cuando el pasitrotar del caballo hacía que el viento le tirara la corbata por sobre uno de los hombros. El último farolero de ésta ciudad fue Luis Lozada, a quien apodaban “Farolón” y estuvo desempeñando el puesto, hasta que se estableció definitivamente el alumbrado eléctrico, pasando a desempeñar el cargo de Celador de la Plaza “Bolívar”.

Copilado Licdo Antonio Jose Saldivia
telefono 0416 250 60 55

lunes, 26 de junio de 2017

DON BARTOLOMÉ LOSADA.. la piedra angular para la creación del Famoso centro de literatura y discusión politica TONEL DE DIOGENES y rspetable miembro de la logia Masonica



Don Bartolomé Losada 

    En las postrimerías del siglo XIX en El Tocuyo, Don Bartolomé Losada iniciaba las discusiones sobre los problemas del alma, reflexiones existenciales de los humanos, tarea pedagógica que siguió hasta muy entrado el siglo XX, cuando su biblioteca se convierte en la cita consecuente de los futuros integrantes de “El Tonel de Diógenes, en donde resalta en la personalidad de Pío Tamayo,uno de los integrante; “,,que desde muy pequeño comienza a manifestar su interés por la literatura, escapándose de la escuela con los hermanos Losada hasta la biblioteca de Don Bartolomé, quien sin lugar a dudas, influirá desde sus primeros años en su formación intelectual y política.


    De manera que si esto sucedió con Pío Tamayo, no debe quedar dudas de la formación temprana de los hermanos Losada, hijos de Don Bartolomé. El propio Pío Tamayo dice en unas de sus cartas, que recoge Blanco Muños (1984)...

“Robándole horas a la escuela o al salir de la clase, íbame allí y echado en la hamaca dábame a leer revistas o a procurar la interpretación de un verso, un ‘Poema Maldito’ que resultara tremendamente esotérico e indescifrable” (P.48).


     Cuando se hace referencia a Pío Tamayo, al tiempo que se estudia a Don Bartolomé Losada, debe quedar claro que no se pretende hacer ningún tipo de apologías, esto obedece a que dada la ausencia de textos que refieran directamente a Bartolomé Losada en donde se redima su labor pedagógica y su influencia ideológica en los integrantes del Tonel de Diógenes, irremediablemente se hacen alusiones a la existencia de Pío Tamayo, y estas vienen unidas al resto de los integrantes de esa escuela llamada “Tonel de Diógenes”, de manera que nos proponemos extraer a don Bartolomé del segundo plano, o “la colateralidad” a la que lo han confinado los historiadores. Con este estudio se pretende sacarlo de la oscuridad del olvido y darle el sitial que merece en la Historia Pedagógica de El Tocuyo, el Estado Lara, y por supuesto de Venezuela.


   Raúl Agudo freitez (1969) recoge el siguiente testimonio, de alguien que según se autoproclama “...Quizás el único sobreviviente del Tonel de Diógenes” (p.138).


   Alguien obviamente muy cercano a Pió Tamayo, en donde aparece el nombre de Bartolomé Losada como figura comprometida con la formación inicial de el ideario político de Pío y los integrantes del grupo Tonel de Diógenes “...Pasión de la infancia y de la juventud de Pío fue la lectura. Leía cuanto caía en sus manos (...) desquitaba la precariedad de los medios en la biblioteca de Gustavo Montesinos, nutrida y selecta, y en la del mismo don Bartolomé Losada, más amplia, llena de libros de ciencia y sabiduría” (p.111) 40


      De Bartolomé Losada, poco se ha dicho, escrito e investigado, no obstante, hay que honrar su aporte ideológico-pedagógico en la formación de los futuros integrantes del grupo “Tonel” y en general, la significación que tuvo este sabio y miembro fundador de columnas masonica en El Tocuyo y para las letras y el periodismo tocuyano. Quizás sea su modesta condición económica la que ha privado para no recibir los méritos suficientes que merece, el propio Bartolomé Losada es quien en una nota de prensa para el quincenario “La Torcaz” pone de manifiesto, además de su sencillez, su propia condición económica y la contundencia literaria de su pluma…:


¡1879!


- Contaba yo para entonces 18 años i era un pobre escribiente de oficinas, cuando el 19 de Abril aniversario famoso de nuestros anales patrios, el señor Don Miguel Tamayo, también pobre, pero incansable batallador por esfuerzo propio i de innata vocación para el comercio a pesar de las mil i más vicisitudes de nuestro medio, fundó con perseverante honradez en esta ciudad la casa mercantil, que justamente acreditada se llama LA TORCAZ, cuyas bodas de oro celebra hoy. Mucho me complace felicitar a mi viejo i buen amigo Don Miguel por su meritoria obra de edificante estímulo para sus apreciables hijos Arturo i (sic) Miguel José, hoy jefes de la respetable casa LA TORCAZ, a quien también felicito afectuosamente, con mis deseos de que Hermes siempre les sea propicio.

Bmé. Losada. 19 de Abril de 1929.




lunes, 13 de julio de 2015

Reseña Historica de El Tocuyo y el municipio Moran

      


      Fundación de El Tocuyo, Capital de Venezuela y "Ciudad Madre"El Tocuyo es una de las ciudades más antiguas de Venezuela, conjuntamente con Coro. Fue fundada el 7 de diciembre de 1545 por Juan de Carvajal con el nombre de Nuestra Señora de la Concepción del Tocuyo. El nombre de Ciudad Madre se le debe al escritor tocuyano Carlos Bujanda Yépez, quien escribió su bella obra denominada "Crónicas de la Ciudad Madre". El Tocuyo fue la Capital de Venezuela por muchos años debido a que de aquí partían los futuros fundadores y pobladores de las ciudades más importantes del país. Posteriormente, en el año de 1578, el Gobernador y Capitán General de la provincia de Venezuela, Don Juan de Pimentel, tomó la decisión de trasladar la capital a Caracas, apoyado en la ventajosa localización geográfica de la "hija del Avila".
    De todos modos, la importancia de El Tocuyo en esta época no se vio disminuida ya que los Gobernadores y Capitanes Generales de Venezuela ejercían sus funciones indistintamente en Caracas o en El Tocuyo, este ir y venir duró casi tres siglos.BATALLAS MUNICIPIO MORÁN Batalla de El Tocuyo.3 de Septiembre de 1859.Guerra Federal.El 3 de Septiembre de 1859, en la noche, luego del enfrentamiento con el Comandante Inés Alvarez, fue tomada la ciudad de El Tocuyo por una guerrilla mandada por el General Crispín Yépez, y nombraron primer Jefe Civil al señor Juan Pablo Lara, Liberal, quien renunciaría y sería reemplazado por el Patriota señor M. L. Oropeza.Combate en El Tocuyo.18 de Julio de 1868. Revolución Azul.El General Juan de Dios Peralta, Revolucionario, ataca al Comandante José María Escalona, que con fuerzas del gobierno ocupaba la ciudad de El Tocuyo. Peralta sale vencedor y ocupa la Plaza.

GEOGRAFIA

      Este municipio cuenta con una superficie de 2.231 Km2 y limita con el municipio Torres por el Norte; con el estado Portuguesa por el Sur; con los municipios Andrés Eloy Blanco y Jiménez por el Este y con el estado Trujillo por el Oeste. Alberga una población de 105.764 habitantes (el 7.51 por ciento de la población del estado). El Tocuyo (capital) tiene 41.327 habitantes. Alcanza una densidad demográfica de 47.41 hab/Km2 y el 41.09 por ciento es menor de 15 años. Está conformado por las parroquias Anzoátegui (Anzoátegui), Bolívar (El Tocuyo), Guarico (Guarico), Hilario Luna y Luna (Villanueva), Humocaro Bajo (Humocaro Bajo), Humocaro Alto (Humocaro Alto), La Candelaria (Guaito) y Morán (Barbacoas).

ECONOMIA

   MoránACTIVIDADES ECONÓMICAS La actividad agrícola es la base económica fundamental del municipio. En la zona montañosa el cultivo que destaca es el café y en el valle del río Tocuyo los más importantes son la caña de azúcar y las hortalizas.Presenta condiciones favorables para la introducción de nuevos rubros como la ganadería de altura, hortalizas de piso alto y frutales en las zonas montañosas y uva en el valle. La actividad agroindustrial, asociada al procesamiento de la caña de azúcar, café, hortalizas y leche cruda, es igualmente importante en la economía local. La explotación de minerales no metálicos (arena silícea y arcilla blanca) presenta potencialidad para la atracción de inversiones, así como la industria de fabricación de galletas, confiterías y chocolates.

TURISMO
  
   MoránSitios de interés para el visitante:EL TOCUYO: Cuando usted llega al Tocuyo puede observar que por estar enclavada en el Valle del Río de mismo nombre y rodeado además de cañaverales, se siente el porqué es llamada la ciudad de los valles verdes.El Municipio Morán descansa sus actividades en el sector agrícola y comercial, pero actualmente el turismo se ha convertido en un fenómeno importante, debido a todos los atractivos que están en la zona, entre esos podemos enumerar los siguiente, los que no debe dejar de visitar:LA CASCADA DEL VINO:Es una quebrada maravillosa y espectacular, que debe su nombre precisamente al color de sus aguas tinto, como si esa corriente procediera de los mejores viñedos, para llegar a este paradisíaco lugar. Es necesario usar un carro rústico o en muy buenas condiciones, pero aún así vale la pena hacer el viaje porque cuando llegue se sentirá que la cascada es la cima del cielo y usted el dueño del mundo, ah! no olvide llevar su sweter, la temperatura oscila entre los 18 y 20 grados centígrados, también se puede llegar por la carretera de Barbacoas. Si usted es de esos que le gustalas emociones fuertes y es parapentista, le ofrecemos el mejor vuelo de su vida, aquí en El Peñón, ubicado en Humocaro Bajo. Cuando llegue a este pintoresco poblado ubique la calle comercio con calle berios, ahí se encuentra el Museo de las Tradiciones Emilia Rosa Gil, fabuloso por todo el bagaje cultural que tiene almacenado, si adora las antiguedades, no se pierda la visita de este hermoso lugar y emporio cultural. LA CASCADA DEL ARZOBISPO:Lleva su nombre por la impresión que recibió el Prelado de Venezuela, por tan espectacular belleza, actualmente se le acondionó y se le hizo un balneario para mayor comodidad del visitante. Se encuentra ubicada en Humocaro Alto.

FOLKLORE

   MoránFiestas y tradiciones: - El Tocuyo: Cuna del tamunangue con sus propios sones: La Batalla, La Bella, La Juruminga, El Chichivamos, El Poco a Poco, La Perrendenga, El Galerón y el Seis. El tamunangue es el folklore larense que mas se conoce a nivel nacional e internacional.- Guárico y Los Humocaros: Poblaciones en las cercanías del Tocuyo, también se baila el tamunangue, se tocan los golpes y las cantos a San Antonio.- Barbacoa: Caserío perteneciente al Distrito Morán, se acostumbra una estampa religiosa muy interesante: El rosario de Animas a la novena de los difuntos del 2 de Noviembre al 10.

lunes, 8 de junio de 2015

Reconstruccion .del rostro de san antonio,,a partir de su craneo..

Rostro a partir de estudios antropologia a el craneo del Santo
      El Museo de Antropología de la Universidad de San Antonio de Padua (Italia), en colaboración de un grupo de investigadores forenses internacionales, han hecho un esfuerzo por reconstruir a partir de sus restos óseos, el rostro de San Antonio de Padua, uno de los santos y doctores de la Iglesia más venerados en el mundo.

     A partir del cráneo, los investigadores y criminólogos utilizaron las nuevas técnicas de reconstrucción forense para acercarse al rostro y las facciones del Santo.

     Según informa el sitio web de “Veneranda Arca de San Antonio”, responsable de la conservación de la Basílica del Santo en Padua, los expertos aseguran que “se trata de una de las más fieles reconstrucciones del rostro de San Antonio”.

     La imagen de San Antonio fue presentada el 10 de junio en el congreso “Descubriendo el rostro de San Antonio”, celebrado en el Auditorio del Centro Cultural Altinate San Gaetano, Padua.

    El congreso contó con la colaboración del arqueólogo Luca Bezzi, miembro de Arc-team Archaeology y especialista en reconstrucción 3D, quien a partir del modelo del cráneo creó un prototipo tridimensional; y el director del Centro de Estudios Antonianos (Padua), el fraile franciscano Luciano Bertazzo, quien puso a disposición de las investigaciones todos sus conocimientos y fuentes de la época.

     Además, también participó el diseñador de 3-D Cicero Moraes, reconocido en el campo de la reconstrucción facial arqueológica, quien actualmente colabora con el Laboratorio de Antropología y Odontología Forense de la Universidad de Sao Paolo, Brasil.

     Este experto brasileño fue invitado a reconstruir el rostro del Santo sin conocer la identidad del cráneo y con solo los datos de su edad: 36 años y de sexo masculino. “En cada paso –afirmó Moraes-, me preguntaba quién era aquél hombre. Cuando lo supe, me quedé sin palabras, literalmente maravillado. Aunque yo no soy religioso, sentí una gran responsabilidad: ¡Millones de personas en el mundo podrían mirar la cara a su santo!”.

     El rostro de San Antonio de Padua será expuesto del 12 al 22 de junio en los espacios de la Muestra de la devoción popular, dentro de la Basílica del Santo, donde se conservan diversas reliquias de San Antonio
San Antonio de Padua, la segunda canonización más rápida de la historia

    San Antonio fue un fraile, predicador y teólogo portugués, nacido en Lisboa el 15 de agosto de 1195. En 1210 se hizo monje agustino en Coímbra y diez años más tarde se convirtió en fraile franciscano.

    Viajó mucho y vivió en Francia e Italia, donde en 1221 participó junto a tres mil frailes del Capítulo general de Asís, donde vio y escuchó en persona a San Francisco.

     Murió en el convento de Arcella de Padua, el 13 de junio de 1231, y la multiplicidad de milagros que se le atribuyeron promovieron su rápida canonización, acaecida mayo de 1232, bajo el pontificado de Gregorio IX, la segunda más rápida de la historia. Siglos más tarde, en 1946, Pío XII, proclamó a san Antonio de Padua “Doctor de la Iglesia”, bajo el título de “Doctor evangélico”

martes, 26 de mayo de 2015

ALFREDO PEREZ , UN GOLPERO TOCUYANO DE PURA CEPA


Zoilo Gil, Alfredo Perez, Nielsen Querales
 
Alfredo Pérez, tocuyano de pura cepa, nació en el Barrio Caja de Agua el 21 de mayo de 1939.  A la edad de 14 años comienza a sentir inclinación por el canto alegre y un sentimiento grande por la ejecución del instrumento de su predilección, el Cuatro.  Alfredo es el golpero alegre, chistoso y lleva con orgullo en su corazón el amor por este terruño.  Buen acompañante de excelentes músicos de épocas románticas, aguinaldero, tamunanguero, amante siempre de lo genuino; amante de lo que nace en el corazón del pueblo.  Tiene sentimientos que ha podido vaciar, en lo que a folclore se refiere, en las entrañas de este querido Tocuyo.  Revolucionario. No le agradan las cosas injustas.  Buen amigo y excelente Golpero.

¿En qué fecha se realizó el viaje a Cuba?
El viaje a Cuba se realiza en el año 1961 y fue muy agradable, porque fuimos con estudiantes de la Universidad Central de Venezuela.  Ellos se ligaban con nosotros a cantar los Golpes Tocuyanos y revolucionarios.

¿Cómo fue su participación con Joel, Ramón y Antonio dentro del sentimiento íntimo de esa unidad musical a la hora de ensamblar las estrofas, echar una corrida musical, de combinar el canto?
Éramos muy unidos, había mucha camaradería entre nosotros, a la hora de comer, muy familiares, por el solo hecho de ser tocuyanos, nos sentíamos como si estuviésemos en nuestro pueblo, El Tocuyo, había mucha armonía que es lo principal.

¿Cómo fue el recibimiento en Cuba?
Nos recibieron con música.  Un grupo de danzas en el aeropuerto.  Allí estaban los Comandantes: Fidel Castro, Raúl Castro, Ernesto “Ché” Guevara y el Comandante Camilo Cienfuegos, siempre estábamos compartiendo en el palacio de Gobierno.  Fue uno de los viajes más agradables, donde cantamos golpes tocuyanos y revolucionarios.

¿Qué vista panorámica recuerda de esa visita?
Visitamos la Bahía de Cochino, Playa Girón, la Sierra Maestra, la Urb. “Los Camilitos” y conocimos las 7 Provincias de Cuba.  Para esa época la gente que nos atendía era de maravilla, excelente, estaban pendientes de nosotros y en cada sitio que estábamos cantando, el pueblo Cubano se hacía presente, nosotros cantamos en la “Casa de las Américas”.

¿Qué importancia reflejó para usted y demás compañeros la participación cultural, musical de la Isla de Cuba?
Nos dimos cuenta que aman lo nuestro, sintieron en su interior nuestro canto, así como nosotros admiramos la participación cultural de ellos. Tuvimos la oportunidad de oír personalmente la Orquesta “Copa Cabana”, orquesta con la cual uno de nuestros compañeros de viaje, Raúl Orozco, cantó y fue muy aplaudido por su timbre de voz.  Nuestro grupo de Golpes Tocuyanos estuvo en varios sitios de renombre, cantando golpes como, “Porque Soy Morenito”, “La Barquilla” y “Montilla”.  Además de El Tamunangue que impresionó a los líderes del pueblo cubano.  Allí participó José Felipe Alvarado y Roque Lucena, grandes expertos en el Juego del Garrote Tocuyano, que con su arte demostraron sus cualidades de defensa personal venezolana.

Entrevista : Alberto A. Medina

sábado, 16 de agosto de 2014

Informe (Desclasificado) sobre la acciones del ejercito contra los Guerrilleros en los "El Almorzadero" ,"Piedra Grande" y "El Hato" Humocaro Bajo 1966 "OPERACION TENAZA"



Ejercito Venezolana en Combate

Estas Inverstigaciones fueron realizados Por Lic, Antonio Jose Saldivia (El Tocuyo)


Combate de encuentro por el personal de tropa de la Compañía "Q" del BI Piar 31, a Cargo de un Oficial  entrenado en la Escuela de las America, cuyo nombre código "Comandante Langosta" Agente de la CIA

 Caseríos "El Almorzadero" ,"Piedra Grande" y "El Hato"
Día : 161800ENE 66.

El Informe Final de Operaciones y una Orden de Operaciones, que a continuación se citan, presentados por el Capitán Comandante de la Compañía “Q” del B.I. Piar 31, cuyo Puesto de Comando tenía la sede en Humocaro Bajo, es el testimonio de un combate de encuentro entre los efectivos de dicha Compañía y un grupo de bandoleros que actuaban en la zona, con resultados exitosos debido a la coordinación y a la oportuna acción de comando del referido Capitán, de quién se desconoce su identidad, solo su pre-arreglado, “Langosta”:

“El día 12 de enero de 1966 se presentó a este Comando el ciudadano (CONFIDENTE) Israel Rodríguez, con la información de que a su casa habían llegado dos bandoleros, preguntándole si el Ejército se encontraba por esa zona y en solicitud de comida, el referido ciudadano vive en el Caserío Piedra Grande, jurisdicción del Caserío El Hato.

  El mismo día de la llegada de la información, el subteniente Jesús Marvalin Ñúñez se encontraba de patrulla más arriba del Caserío Piedra Grande, en un caserío que queda a la derecha y más arriba, por tal motivo indiqué al Oficial que no pasara por los caseríos, Piedra Grande y El Hato, ya que realizaríamos una operación con toda la unidad. Por tal motivo, de acuerdo a las informaciones dadas, se realizó la siguiente operación:

+  El día 13 de enero del corriente año, salieron del PC de la Compañía en vehículo,s tres pelotones, por la vía que conduce a Humocaro Alto, al llegar al desvío que conduce a el Caserío La Ermita (9°37 25" - 69 ° 58' 45 ") donde se apearon de los vehículos, para así seguir a pie hasta las cercanías del caserío El Hato.(9 ° 37 ' 30" 69° 57'30"), donde pasaron la noche. Al día siguiente a la 0700 horas los pelotones que habían salido del PC a las 1730 horas estaban comandados por los Oficiales siguientes: 2do. Pel. Sub-teniente Amicar Allan Brito, 3er Pel. Subteniente Dimitri Calavera González y 4to. Pel. Subteniente Jesús Marvalin Ñúñez. Siguieron la ruta hacia el Caserío El Hato, donde el Subteniente Allan Brito era el responsable del eje de avance, quién iría por el centro, a la derecha el Sub-teniente Jesús Marvalin Ñúñez y la izquierda del Sub-teniente Dimitri Calavera González.

Todos los pelotones se dividirían en escuadras de siete e/t cada una, comandadas por los respectivos comandantes, y colocadas en línea, para así poder escudriñar toda la zona de avance; una vez iniciado el avance al Caserío Piedra Grande desde el Caserío El Hato, la situación de los pelotones era la siguiente: Subteniente Allan Brito comandante del 2º Pelotón, responsable de la dirección del eje de avance, el Subteniente Calavera González por el lado izquierdo pasaría por “Piedra Grande” y Subteniente Marvalin Ñúñez, por el lado derecho iría por "Potrerito".

Tanto el Subteniente Calavera González como el Subteniente Allan Brito al llegar al caserío “El Hato”, solicitaron información de los bandoleros, los moradores de dicho caserío contestaron no haber visto a nadie extraño en el lugar. Motivado a la configuración del terreno el Subteniente Calavera González llegó al Caserío Piedra Grande, ya que tenía que desviarse a la derecha para así buscar la ruta para llegar al Caserío El Almorzadero;, una vez llegado al Caserío Piedra Grande el referido Oficial buscó la casa del (CONFIDENTE) Ciudadano Israel Rodríguez, quien fue el que pasó la información, sin encontrarlo en la casa, pero sí su señora esposa, que al ser interrogada dijo que los bandoleros, tenían dos noches consecutivas llegando a la casa

Luego el Subteniente Calavera siguió ruta hacia El Almorzadero, a una distancia equidistante entre el caserío El Almorzadero, y Piedra Grande, la escuadra al mando del Cabo 1º Pedro José Villahermosa hizo contacto con los bandoleros, que al ser vistos abrieron fuego y trataron de escapar, los miembros de la escuadra del referido Cabo 1º en la parte alta de la loma por dónde venían desplazándose mataron al bandolero Rafael Omar Mendoza Camejo (a) Guido (a) Aquiles, el resto de los bandoleros cogieron hacia la derecha donde quedaba una vaguada; para ese momento una escuadra del segundo pelotón, al mando del Cabo Segundo Celirno Herrada, quien venía por la vaguada donde huían los bandoleros dió muerte al bandolero Rufino Terán (a) Alejandro; el bandolero (a) Guido quien disparó una cacerina completa del FAL y luego lo dejó abandonado, en el suelo, siguió disparando con el revólver que portaba cuando fue muerto, dicho FAL fue encontrado por el Subteniente Marvalin Ñúñez, quien venía por la parte derecha y más arriba ( La Lomita), quien al escuchar los disparos se fue al lugar de los hechos, (en el trayecto fue que encontró el FAL); de igual manera al ser muerto el bandolero (a) Alejandro, se capturó vivo al bandolero José Antonio Guedez (a) Dimas (a) Dagoberto (a) Nicolás, en el mismo grupo de los bandoleros se encontraban Benigno Rodríguez (a) Manolo y Jacinto Andueza (a) Anselmo, quienes escaparon del cerco que se les había tendido, ya que para el momento los pelotones se desplazaban desde el caserío El Hato.
Rufino Teran (a) Alejandro Muerto en combate

El 4º Pelotón al mando del Subteniente Alcibíades Perdigon Machuca con el personal de su unidad, debería formar un cerco en las posibles rutas de escape de los bandoleros, por tal motivo se le ordenó colocarse en las siguientes partes: una escuadra en Peña Negra, otra en la parte alta que queda al frente del campamento del MOP y por último la tercera escuadra en el caserío El Almorzadero.

El comandante del Segundo Pelotón al notificar por radio la presencia de los bandoleros, motivado a los disparos que se escuchaban dijo que los bandoleros se encontraban más abajo del Caserío Piedra Grande y que se dirigían en retirada buscando escapar por el caserío El Almorzadero, por tal motivo la Escuadra que se encontraba en Peña Negra fue trasladada a reforzar a la escuadra que se había ubicado en el caserío El Almorzadero.
Motivado a que la comunicación en algunas partes era nula, el Subteniente Perdigon Machuca tuvo que colocarse en la parte alta de la carretera que conduce al pueblo de Anzoátegui, el tercer Pelotón al mando del Subteniente Marvalin Ñúñez, quien venía como dije anteriormente por el lado derecho, se dirigió al caserío El Almorzadero con la finalidad de localizar a los bandoleros que habían evadido el cerco, sin resultados positivos, de igual manera los integrantes de los Pelotones Tercero y Cuarto escudriñaban la zona de acción, con igual resultado. El Subteniente Allan Brito una vez que se detuvo al bandolero (a) Dimas, le preguntó dónde quedaba el campamento, en el cual se habían escondido, llevándolo al mismo sin encontrar nada en absoluto.

El Subteniente Perdigon Machuca al estar colocado en la parte alta de la carretera que conduce a la población de Anzoátegui, lo hizo por propia iniciativa, para así poder tener comunicación con el Comando de la Compañía y de igual manera con el Comando del Teatro de Operaciones Nro. 3, quien al escuchar la novedad, de inmediato envió el helicóptero para el sitio de los hechos, fotografiando los bandoleros muertos y posteriormente se llevó al bandolero capturado. FAL, granada, revólveres, documentos, proyectiles, etc..
Luego los comandantes procedieron a la reorganización de los respectivos pelotones, con la finalidad de pasar revista, buscar novedades, etc, tanto el personal de Oficiales, Tropa y Armamento del personal de la Compañía resultaron sin novedad.

Aproximadamente a las 18:00 horas el personal regresaba a su PC (Humocaro Bajo) unas horas antes, el personal de tropa enterró a los bandoleros en el lugar de los hechos.”

Firma
Langosta.


INFORME ORIGINAL (Copilacion Antonio Saldivia)



ORDEN DE OPERACIONES EL HATO.

1. SITUACIÓN:

a. Fuerzas Enemigas:
(1) Informaciones recibidas, indican la presencia de cinco bandoleros que operan en la zona del caserío El Hato. Coordinadas (09° 37'- 69° 57' 30").
(2) Los vecinos del referido caserío, son colaboradores de los bandoleros y posiblemente son ocultados en el caserío.

2. MISIÓN:
Destrucción de los bandoleros con 4 pelotones, escudriñando la zona. (El Hato, Piedra Grande y El Almorzadero).

3. EJECUCIÓN:
El segundo, tercer y cuarto pelotón saldrán del PC el día 13 vía Humocaro Alto en vehículos hasta el caserío La Ermita, siguiendo a pié a las cercanías del caserío El Hato, donde pasarían la noche, para luego continuar el movimiento a las 07,50 horas del día siguiente, colocando los pelotones (2º, 3º y 4º) en línea, para efectuar escudriñamiento en la zona, siguiendo un eje de avance, dadas por los caseríos El Hato, Piedra Grande y El Almorzadero, siendo responsable del mismo el segundo Pelotón. A la derecha de dicho pelotón irían el 4º pelotón y a su izquierda el 3er. Pelotón. El 1º pelotón efectuará un yunque o cerco en los siguientes lugares: Piedra Negra, El Almorzadero y Campamento del MOP en caso que los bandoleros buscaran las vías de escapes posibles.

4. ASUNTOS ADMINISTRATIVOS Y LOGÍSTICOS:
Clase 1. Ración de combate para cada uno de los integrantes de la operación.

5. COMANDO Y TRANSMISIONES:
PC. Humocaro Bajo.
5 Radios AN/PRC-10.
Frecuencia 25 mc.

Acuse recibo
LANGOSTA
Cmdte. de la Cía "Q"

viernes, 1 de agosto de 2014

El Tumulto de la "PLEBE" en El Tocuyo 1744, primer movimiento pro independecia en Venezuela



    Esta insurrección en el que participó un heterogéneo grupo de habitantes de la ciudad de El Tocuyo, integrado tanto por gente del común (Mulatos)   como por influyentes vecinos, algunos de ellos miembros del cabildo local  (mestizos hijos de Portugueses).
   Estalló el 11 de mayo de 1744 en desobediencia a la orden dada por el gobernador Gabriel de Zuloaga de reunir 200 soldados españoles y 150 indios flecheros con destino a la defensa de Puerto Cabello. Los amotinados alegaban que no marcharían a dicho puerto por las condiciones de insalubridad allí reinantes y por el temor de tener que someterse a la tutela de la Compañía Guipuzcoana.


     La ciudad y los alrededores permanecieron bajo control de los rebeldes durante varios meses, pues aún para diciembre de ese año, Zuloaga informaba al Rey que no había hecho nada al respecto temiendo el maltrato de cualquier comisionado que enviara, y porque la situación de peligro que aún reinaba en el mar Caribe le impedía movilizar tropas hacia El Tocuyo.

    Este movimiento que estalló en 1744 en El Tocuyo, en el que los habitantes de esta localidad manifestaron su rechazo a los vascos y a la Compañía Guipuzcoana. Esto como reacción a la orden dada por el gobernador y el capitán general de la provincia de Venezuela, para reunir un contingente de hombres armados con destino a Puerto Cabello, plaza cuya vigilancia y defensa convenía mantener bajo control de los españoles luego del ataque lanzado por los ingleses en 1743.

      En tal sentido, el 1 de mayo de 1744, Félix Alonso González de Yepes, maestre de campo y sargento, convocó a todos los habitantes de El Tocuyo, entre los que los que se encontraban tanto “nobles” como “plebeyos”, para comunicarles la decisión del gobernador, según la cual debían reunirse 200 soldados españoles y 150 indios flecheros que partían en 2 grupos, el primero en una semana, al mando del propio González de Yépez, y el otro, en un mes, comandado por el alcalde ordinario que estuviera ejerciendo las funciones de sargento mayor. El día 11 se reunió el primer grupo de hombres en la plaza mayor, se entregaron las armas correspondientes, se pasó revista a la tropa y se ordenó la marcha. Sin embargo, cuando los contingentes estaban listos para partir se escucho una voz que pronto fue acompañada por otras, que se negaban a cumplir la orden. Asimismo, los alzados apuntaron con sus armas a las autoridades y con un disparo avisaron a otros hombres que llegaron de los alrededores armados con espadas “espadas, chafarotes y rejones”. En términos generales, los alzados alegaban que no convenía la marcha a Puerto Cabello por ser un lugar muy malsano en el que era fácil perder la vida a causa de las “calenturas”, y por el temor de tener que someterse a la tutela de los vascos y de la Compañía Guipuzcoana, empresa cuyo control sobre ese puerto era evidente.


     A pesar de la intervención de las autoridades civiles y eclesiásticas aconsejando a los sublevados el cumplimiento de la orden del gobernador, estos no escuchaban razones. Por el contrario el paso siguiente que dieron los amotinados fue tomar las armas que estaban depositadas en el cuartel general de la ciudad y establecer su centro de operaciones en Guajirita, a 1 legua de El Tocuyo. Tenían prohibida la salida de cualquier persona hacia Caracas, vigilaban constantemente el movimiento de las autoridades y habían privado del gobierno a los tenientes justicias mayores. En pocos días los hombres de armas llegaron a 2.000 entre indios, mestizos, mulatos, zambos y negros. El día 14, los notables de la ciudad informaron de la situación al gobernador, aclarándole que el movimiento había partido de la “plebe”. No obstante, esta explicación no convenció del todo a Zuloaga, pues era evidente la vinculación y simpatía que tenían los notables con los sublevados. Prueba de esto, es que al llegar a El Tocuyo el comerciante Juan Ignacio Álvarez Cienfuegos, hombre muy relacionado con la Compañía Guipuzcoana, y por tanto sospechoso de ser un juez comisionado enviado por el gobernador, la gente más influyente de la ciudad se reunió en la residencia de González de Yépez y acordó expulsarlo.


Tras su expulsión, Álvarez Cienfuegos informó de lo ocurrido al gobernador, señalándole la clara participación de los capitulares y de otros vecinos en el motín, a pesar de que figuraran como cabecillas gente del común:

Pedro de la Cruz, un mulato de más de 50 años, acompañado por sus hijos y sobrinos; Onofre y su hermano “jamuguero”, también con sus hijos; Gregorio Rodríguez, un “mulato zapatero” de 55 años; José Ignacio de Silva, un mestizo; José Nicolás de Lucena, teniente de caballería de infantería, entre otros. Dadas la magnitud de la rebelión y la diversidad de grupos participantes en la misma, la situación estuvo fuera del control de las autoridades por varios meses.

    En tal sentido, todavía para el 22 de diciembre de ese año, el gobernador informaba al rey de los hechos, explicándole que no había intervenido ni pacífica ni violentamente, primero porque temía que cualquier enviado suyo pudiera ser maltratado, y luego, porque una acción armada dejaría desprotegidas las principales plazas de la provincia, decisión no recomendable ante el peligro que aún representaba los ingleses en el mar Caribe. En definitiva, aunque se desconoce como terminaron las acciones, es lógico suponer que la actitud prudente y tolerante adoptada por el gobernador, contribuyó a calmar a los sublevados y llevarlos a que poco a poco se fueran dispersando al quedar sin efecto la orden de marchar a Puerto Cabello.

    Por otra parte, pese a que la Rebelión de El Tocuyo no representó una amenaza real para la corona española, demostró la debilidad que tenía la misma para ejercer el control sobre sus posesiones ultramarinas, lo que expresará en otras rebeliones, y en el propio proceso independentista.